El pasado viernes Eddy Merckx pisaba Gijón invitado por la Asociación de Exciclistas de Asturias, que le entregó la insignia de oro de la entidad. A su llegada a la ciudad fue recibido en el Ayuntamiento de Gijón donde recibió un Sillín Brooks comemorativo preparado por Ciclos Esplendor.
Y además el paso del gran Eddy por Gijón nos deja su recuerdo en una fotografía con José Manuel Fuente, El Tarangu o de Antonio Menéndez (no lo tenemos claro aún), dedicada a la tienda. ¡Muchas gracias campeón!
En la gala de la Asociación de Exciclistas de Asturias también fueron distinguidos este año, el recientemente desaparecido Antonio Sampedro «El Cabritu», ciclista profesional del CLAS entre 1988 y 1990 de Posada de Llanes y Ramón Cueva, José Antonio Álvarez, Monchi Álvarez, Jesús Ruisánchez.
Merckx asistió al homenaje en vida que le hicieron a José Manuel Fuente, ‘el Tarangu’ en 1995, un año antes de su muerte junto a Gimondi, Thevenet e Hinault. Con anterioridad, Eddy Merckx estuvo Asturies en 2003 para recibir el Príncipe de Asturias de los Deportes. En aquella ocasión, el belga se encontró en Oviedo con otras leyendas del ciclismo internacional como son Miguel Indurain, Jan Janssen, Jean Marie Leblanc y Bernard Hinault.
El Caníbal, el mejor ciclista de todos los tiempos
El gran Eddy Merckx es el mejor ciclista de todos los tiempos. Ganador de 5 Tours, 5 Giros, 1 Vuelta, 3 Mundiales y casi todas las Clásicas. Dominador en todos los terrenos, su ambición sin límites, sin imitadores y con hambre de victoria le valieron el apelativo de «El Caníbal». Para algunos tenía ambición y para otros, avaricia. Disputaba la temporada de cabo a rabo, estaba presente tanto en las Clásicas de primavera como en las grandes vueltas. También, como no, en los critériums post Tour y hasta corría en pista.
Eddy Merckx (Bélgica 1945), era un chico normal nacido en una familia. A los 16 años obtuvo su primera licencia de ciclismo y cuatro meses más tarde conseguía su primera victoria en una carrera. Un año después había ganado 23 de las 55 que había disputado, lo que le motivó dejar los estudios para dedicarse por entero a la bicicleta. En 1963 se convierte en corredor aficionado y, un año más tarde, tras proclamarse Campeón del Mundo de aficionados, participa en los Juegos Olímpicos de Tokio. Da el salto al profesionalismo en 1965, con veinte años, y se marca como objetivo el Campeonato de Bélgica, prueba en la que termina segundo. Ficha por el equipo Peugeot y vence la Milan-San Remo, su primera gran clásica, con veinte años. Tras ganar numerosas carreras, en 1967 hace su debut en su primera gran ronda por etapas: el Giro de Italia. La temporada siguiente sería la de su consagración total. En el Giro de 1968, el belga dio uno de los más grandes recitales que jamás se han visto sobre las carreteras italianas. En la víspera de la duodécima etapa, Merckx estaba situado a poco más de un minuto y medio del líder Dancelli. Bajo una intensa nevada, Eddy es ayudado al comienzo de la última ascensión por su compañero Van den Bosche y va dejando poco a poco a sus rivales directos para la general. Posteriormente, se lanza en persecución de los escapados, a los que va atrapando uno a uno, hasta que a dos kilómetros de la cima logra alcanzar al último de los supervivientes: Polidori, al que sobrepasa y deja completamente tirado. Venció el Tour de Francia en cinco ocasiones (1969, 1970, 1971, 1972 y 1974), igualando el récord de Anquetil. Su gran rival de todos los tiempos será el español Luis Ocaña. El Giro de Italia también inscribió su nombre cinco veces (1968, 1970, 1972, 1973, 1974) igualando a Coppi y Binda y, en 1973, se hizo con la Vuelta a España. Añadió dos mundiales más a su palmarés e infinidad de victorias en clásicas y carreras menores que, hasta su retirada, sumaron 525. En 1972, interesado en equipararse a los grandes del ciclismo como Coppi o Anquetil, batió en México el récord de la hora, marca que se mantuvo vigente hasta que Francesco Moser lo rebajó en 1984. Un 18 de mayo de 1978, Merckx se despide del ciclismo profesional. En la actualidad, entre otras inversiones, Eddy Merckx dirige una fábrica de bicicletas que llevan su nombre.